Cuando nos rodea la necesidad,
el tiempo no concluye en “el absoluto”
porque los sueños se turnan con el aprieto
Y nos derramamos en jugadas benditas.
Cuando nos apriete el requerimiento
del alma, después de ese hambre asiduo,
avivémoslo con miradas de mareas bajas,
con sonrisas limpias y humildes
donde no te extrañes…
cuando el menester arañe el corazón
debemos seguir besando los anhelos
hasta esos amaneceres que carecen de olvidos
porque no dejaremos que viva dentro.
Llegara…
Llegará “suavecito” esas cosas raras
Que brincan en el estomago y no es hambre
Y que atesoraremos en un rincón del pecho
Para vivir y sobrevivir eternamente.
Cuando nos abraza la desnudez de unos brazos
Hay que gozar de esas ráfagas de suerte
Que la vida brinda, pocas veces, en gratificación
por aquellos tiempos en los que nos dimos
a las faenas de amar en la sala oscura del desamor.
Llegara… entrando por esas puertas abiertas ,suavecito, para robarnos la vida y renovarnos con caricias nuevas, puras ;recién estrenadas …llegara.
Antonia Ceada Acevedo