Hugo Emilio Ocanto

Tus ojos son mis ojos

¿ Cómo estás mi amor?

¿ Bien ? También yo.

Déjame apoyar mi cabeza

sobre tu pecho. Así...

Esta noche siento

paz, mi vida.

Te lo debo a tí.

Cómo late tu corazoncito...

Es el sonido de un reloj.

El corazón relojero

de mi amor.

Te quiero.

¿ Tom está con nosotros?

Pensé que no.

¡Tom! Tom...

¿Usted es tan feliz

como yo?

Escúchalo. Qué

inteligente es.

Sale igualito a su dueña.

No, tú eres la más

inteligente de los dos.

¿ Está por llover?

Sí, por eso te lo

pregunto. Escucho los truenos.

Noche especial para amarnos.

Me encanta hacerte el amor

cuando llueve, lo sabes.

¿Qué hora es?

Creí que era más tarde.

Déjame acariciar

tu rostro. Porcelana pura.

Tu cabello sedoso...

Tus manos... todo

tu cuerpo... me excitas.

¡Tom!...bueno,bueno...

Llévalo al living, mi amor.

Sabes que a esta hora

es increíble cómo ladra.

Tom y tú... los dos

seres que me ayudan a vivir.

A andar por la casa,

el parque, las calles...

Por todos lados.

Los quiero mucho.

¿Tú a mí?...

Oh mi vida...

Te deseo...

Hoy comencé a decirte

que llamó mamá, pero

no te dije por qué motivo.

¿ Cómo? ¿ Te lo comentó?

¿Cuándo fué?

Ah, pícara, no me lo habías

dicho. ¿ Tengo fríos los pies?

Extraño... mi cuerpo

está recaliente...

Bien cariño... poneme

las medias...

Soy tu bebé mayor...

Nuestro hijo está

con su abuela,

y esta noche soy

el mimado de la casa.

Mañana ya lo tendremos

con nosotros.

Suena el teléfono...

¿Quién era?

¿Tu padre? ¿Qué te dijo?

¿Realmente ustedes

creen que será posible?

Agradezco que tu padre

me acompañe.

Mamá está muy entusiasmada

con la posibilidad

que se me presenta.

Debo reconocer

que personalmente

no soy muy optimista.

No sé... una operación

tan complicada...

Sí, soy un hombre de fe.

Lo que pasa es que

estoy acostumbrado

a la oscuridad.

No deja de ser una esperanza.

Bésame. Necesito de

tus besos.

Me siento feliz,

pero al mismo tiempo

siento algo de pánico.

Por la operación...

Sí, mi amor... lo sé...

en esta oscuridad en la

cual vivo, tú le dás luz

a mi vida, aunque

estas tinieblas

en mis ojos no me

dejen percibir

las hermosas cosas

de la existencia.

Sobre todo tú,

nuestro hijo,

mi madre...

pobre papá, al cual

nunca he podido tampoco

ver, pero ya no está

más en este mundo...

Oh, mi vida, acaríciame,

acaríciame todo...

Te necesito tanto...

Oh... Mañana, mañana...

Que tarde en llegar...

Que llegue pronto...

Tus ojos, mírame...

Tus ojos son mis ojos...

amor...

Todos los derechos reservados del autor ( Hugo Emilio Ocanto- 28/06/2012 )