Quisiera verte llegar
recorriendo mi cuerpo
en una caricia invernal
derrochando deseos;
encontrarte mirándome
y sentirme amada,
con un beso suave
que conmueva mi alma.
Quisiera saberte en mí
si empiezo a extrañarte,
para volver a sonreír
cuando la noche me abrace;
y viaje hasta tus brazos
vestida de besos sin armar,
con sonrisas en las manos,
listas para hacerte soñar.
Si me enamoré de mis manos
desnudando deseos en tu espalda,
y de ese suspiro que nace en tus labios
cuando tropieza con ellos mi mirada.
Me enamoré de tus ojos en los míos
que me seducen con tierno descaro,
y de tu voz susurrándome al oído
si la noche nos encuentra enamorados.
Quisiera verte en las mareas
que la luna me desliza en la piel,
y sentirte en mí si me navegas
la ternura por mi cuerpo de mujer;
descubrirte en las fronteras
de un dulce suspiro,
de un instante perfecto,
de aquel verso que fue mío
en el latir de algún silencio;
que ahora se cuelga de tu nombre
y de esos ojos que acabaron conmigo
robándome el sueño por las noches
y en mi corazón... ¡abriéndose camino!
Por eso, amor...
quisiera verte junto a mí
soñándome entre quimeras,
verte amanecer conmigo aquí
junto al día que me quieras.
Ceci Ailín