Somos dos almas perdidas en tímidas locuras,
haciendo temblar el aire con un suspiro frío,
llegado del lejano cosmos, oscuro y sombrío,
donde la luz de nuestro amor, navega a oscuras.
Nuestros labios, unidos apagan nuestras voces,
como esperando alcanzar la estrella de la razón;
sin buscar otra teoría, otra regla otra religión,
que aquella, que dictan los grandes dioses.
¡Despierta, mi bien!, ¡despierta amor mio!,
que esos ojos entornados, semidormidos,
deben despertar a la vida de los sentidos
y erguirse, para mirar junto a los mios.
Yo quiero tus ojos…
tus ojos vivos...
J.Plou