Eternidad convincente
y la prudencia de un desahogo.
Bombardeo palabras,
me siento atrapado.
Olvidáme rencor
dejáme ser por favor.
Quiero resistir la tentación
de una trascendencia mortal.
Oigo gritos del placard sentimental;
tiene un tierno y loco malestar.
¿Será mi alma que necesita piedad?
¿O mi mente que quiere salir a volar?