En la penumbra de un claro día,
deje mis sueños postrados,
una lágrima rota,
un deseo que no tuve,
un océano de imaginaciones y fantasías,
una melodía que no pude componer,
un suspiro que nunca llegó,
un placer que no sentí,
viejo verbo, pero aún con bríos,
todo ello dejado al pie
de mi viejo roble que no mas que mi alma,
ahora emprendo el viaje
con una maleta llena de tristes verdades,
por un camino lleno de solitarias huellas,
trazado de antemano,
para el único sueño que aún alcance a vivir,
tratar de hacer de éste un mundo mejor,
transmitir el amor pleno que no tiene comparación,
la justicia equilibrada y con humanidad,
borrar las guerras que siempre terminan mal,
llevar la alegría a quienes nunca la conocieron,
obsequiar la ternura donde nunca ha existido,
orientar al hombre a ser político y servidor de verdad,
sin ansias de poder y mucho más,
hacer que el que mucha riqueza tiene
compartir sin mirar atrás,
enseñar el sentido humano de cada gesto
en hermanos, padres, hijos, amigos,
enseñar por sobre todas las cosas
que estas son las únicas verdades,
que harán al humano perdurar,
este solitario trovador
si ha de morir
en el intento,
nada mas placentero
por un sueño cumplido.
_____________________________________________________________________________ © Reservados Todos los DerechosAutor: Carlos Dos Santos Daniel11/09/1981