Luna de invierno.
Al fondo de la noche
lloran estrellas
y el viento trae un nombre
que dormirá en mis labios.
Ni es grito al espacio ni un gris de ausencia,
mi verso es el silencio acobardado
que se esconde del frío acalambrado
y musita acremente su indolencia.
Pide al claro día una transparencia,
un latido de nube iluminado,
aunque fuere un rosal mustio, apagado,
surgiendo entre cenizas de dolencia.
Mi verso es oración triste y callada
que a la luna le cuenta de sus ansias,
se ampara en una lágrima de estrella
y adormece en la rima encarcelada.
(Verso incólume a tiempos y distancias
sólo renace en la sonrisa de ella)
Derechos reservados por Ruben Maldonado.
(Fotografía de Silvia Calderón)