Por lo visto contigo no hay plan que funcione.
No funciono jamás el plan original
Y pase entonces al plan A.
Ese use por un tiempo
Y después, … lo que siempre pasa,
Al final te olvidaste de mí, de mis besos
Y mis noches,
De toditos mis poemas,
De mi vida junto al mar.
Insistí una vez más
Y use ese tan bien ponderado plan B.
Tampoco me resulto.
No soñaste con mis manos,
Con mis labios, mis veranos,
Con el calor de mi hogar.
Hoy lo reconozco
…estoy empezando a usar
El fatídico plan C.
Este si me resultara,
Creo que por fin si te voy a olvidar.
Y a tus ansias y tu pelo,
A tus manos y tus uñas,
A toditos tus pecados y a tu vida en libertad.
Fuiste diosa de mi vida
Y hoy no eres mas la herida,
Ya en mi vida nada eres.
Nada, sólo un plan.
Ese plan emergente, extraordinario,
Flotante, desesperado.
Ese que todos tememos usar
El plan C del que no queremos saber
Es un plan para olvidar.
Y con el sé que me olvidare de ti,
De tus múltiples disculpas,
De tus ausencias y mil culpas
Que no encuentro a quien echar.
Y sabrás que he llorado
De soledad y tristeza.
Y sabré que jamás encontrare la belleza
Que en tus ojos extravié.
Olvidare que fuiste mía,
Que fui tuyo en agonía, con el alma a flor de piel.
Vagare por ese mundo subterráneo de las penas,
Pagare penas ajenas,
Y al fin te olvidare…!
© Armando Cano.