La vida hoy me regala
una felicidad sin igual,
sus colores infantiles
colman de felicidad
mi ciudad de papá.
La ternura de su rosada piel
entreteje una enorme emoción
al lado izquierdo de mi pecho,
voy al futuro, voy y vengo,
y el sol de su sonrisa
cada mañana me ha de bañar,
de esa bendita agua
que solo un hijo sabe dar .
Ha nacido mi bebé,
una hembra por demás,
la rubia capa de su cabellera
hace de su rostro un hermoso ventanal,
trae manos y nariz de papi y
la boca y los ojos de su bella mamá.
La vida hoy me regala
una felicidad sin igual,
sus colores infantiles
colman de felicidad
mi ciudad de papá.
Es increíble el parecido de su llanto
con el cantar de su hermana en igual sábana
hace 15 años atrás,
disfruto cada minúsculo movimientos
del vaivén de sus alas,
perdón de sus manitas y pies,
buscando la fuente de leche
que mamá le ha de dar.
Ha nacido mi bebé,
y alzo mi copa de progenitor
y al cielo grito:
¡Gracias por existir!
¡Bienvenida a mi ciudad de papá!