Quizás alguna vez tuvo una caricia dulce
Quizás alguna vez fue acunado con ternura
O quizás es uno de eso abortos de la sociedad
Que hoy le da la espalda, y es parte de las veredas
Donde arrastra su miseria y su demencia.
Hoy lo vi, de pie, caminando escondiéndose en las sombras
Por su forma de andar se notaba que sus pies estaban llagados
Y es tan raro porque siempre
está tendido en las veredas con almohada de cemento.
Sus ojos claros siempre sonriendo a pesar de los insultos que recibe.
Se ve en su rostro la huella de una belleza
que hoy sabe a desquicio.
De sus cabellos rizados se desprende la miseria y la orfandad.
Me pregunto cuándo lo veo
¿Qué pasara por su mente de niño abandonado?
¿Quiénes serán sus parientes, si es que los tiene?
¿Qué edad tendrá?
Pero a pesar de sus años para mí
Siempre me sabe a niño abandonado.
¿Cuál será su nombre?
Se llamará Pedro o quizás José?
No lo sé. Pero quizás su nombre sea Jesús.
¡No lo sé!
Pero para todos es un loco más
de los tantos que hay por ahí
y que es utilizado por la crueldad
para asustar a los niños cuando se portan mal
y la expresión entonces es:
¡El loco, ahí viene el loco!
Y él, siempre sonriendo.
No sé su nombre pero…
Puede ser JESÚS.