En tu abrazo estoy tranquilo,
Más cerca de Jesús es mi deseo;
Me regocijo en tu amor eterno.
Mi Padre celestial me ama mucho,
Siempre está listo para ayudarme;
De las tinieblas Jesús me sacaste!
Tu mano poderoso me sostiene,
Tan abundante son paz y gozo,
Mi alma te alaba por tu salvación.
Mía es tu gracia fluyendo del Calvario!
De todos mis pecados tú me redimió,
Ahora vivo en la belleza de tu plano.
Los años que vendrán entrego a Jesús,
Confiar en tí, mis cargas tú soportas.