"Es cierto que más nunca te escribí, pero no es por lo que muchos creen, es que estás muerta para mí y los muertos no leen".
No existe, no estuvo o nunca fue,
quizá como el humo, ya se disipó,
creo que fue algo que yo sólo soñé
y sueño al fin, de repente terminó.
Tampoco sentí su piel y no la besé,
nunca un te amo mío fue para ella,
no fue su mirar donde preso quedé
ni era tan noble... y no era tan bella.
Es que todo estuvo sólo en mi mente,
los vapores estúpidos de mis fantasías,
con noches de deseos de un demente
y las locuras en cada hora de mis días.
Nunca le escribí, eso sólo lo imaginé,
fueron letras hechas con tinta invisible,
el humo de un cigarro que jamás fumé
que me hizo creer posible lo imposible.
¿Cómo se puede vivir de ese raro modo?
Escribir como si las cosas sí sucedieran,
Bueno si pensaran que es mentira todo,
los grandes escritores nunca escribieran.
Es sólo que en mi caso esto fue tan real
que parece que siento en mí piel su olor
y despierto y su esencia la siento igual
y me provoca escribirle sin ser escritor.
Es como si ella hubiese muerto mas no,
es difícil explicar sensación tan fuerte,
cada día me convenzo de que no vivió
y hablar de no vivir aquí no es muerte.
Es hablar de irrealidades, de mis sueños,
de cosas que no son y que sólo parecen,
sentirnos grandotes y ser muy pequeños,
dueños de amores que no nos pertenecen.
No existió, no es, no fue, nunca ha sido,
sólo me dormí y fue un sueño que tuve,
ahora un letrero que me dice “prohibido”
me impedirá volver a abordar esa nube.
Creo que si logro yo mismo asegurarme
de que solamente imaginé su presencia,
sin dudas será más fácil acostumbrarme
...a esta eternidad salvaje de su ausencia.