Hiciste cientos rosas en mi lengua
con esos deliciosos labios de quinceañera
criando un jardín de flores tropicales
cuya lluvia moja a diario cual primavera
siendo esta luz que me regó tu boca
el mayor sueño anhelado por cualquiera
demostrando el sabor sigue intacto
y así el gusto a fuego nuevamente ardiera
porque enseñaste al sentir tu vida
un beso fue capaz para amar de primera.
John Clark