Día largo, monótono, solo pasa el tiempo,
Cambiante, como si no supiera que hacer,
De repente, se asoma el sol radiante, -ardiente-;
Otras se nubla, como amaneció, mientras gotas,
Humedecen el pavimento, el campo, el cuerpo;
Y siguen las inseguridades, que la naturaleza,
Por largos periodos demuestra, como el hombre.
Y mientras oía el tic tac, mi alma se llena deseo,
Y sale a caminar entre las olas, que la brisa baila,
Acompasada con los latidos de tu espíritu, (amado),
Y como suave caricia, tus labios me llenan de miel,
Tranquila, otras locamente, (frenéticamente),
Como tormenta tropical, que de la nada en huracán,
Se transforma, al dejar salir, entre caricias y sueños.
Todas las aspiraciones, de poseer nuestros cuerpos,
Nuestras almas en una manera natural brincan, libran,
Las barreras que la distancia, cada vez más cercana,
Como me calmaron las ansiedades, que la esperanza,
De ese despertar, entre los ronroneos de tu interior,
Que declaman, la poesía, que sale al descubierto,
Al dejar fluir el amor, que nos cautiva y envuelve a ambos.