Ivan martinez

Muy pocas veces en mis brazos

 

 

Muy pocas veces en mis brazos

te vieron un instante mis sueños

tanto…que en la realidad…

no hay recuerdo exacto,

¡Ni creo que en tu cielo!

 

Aun retorno en pensamiento

a esa historia sin remedio

para consolar el tiempo.

 

¡Pienso…y me pregunto!

¿Tal vez hubiese sido en ese día

en que el jardín florecía

con mil colores en tus mejías?

 

¡Estabas feliz!

¡Como nunca, en tu mirada,

en tus gestos, en tus palabras…

lo sabía, lo miraba!

 

Solo restaba hacer mas largo el segundo

sin comentarios, que pensé:

que serían muy absurdos.

¡Veías gracias y no disgustos!

compañeros a tu lado…y un amigo;

_un importante…y simple amigo_

 

¡Un pariente mudo en lo secreto

que muriendo iluso en el abismo,

te amaba complaciente,

y estaba muy consciente…

que no alcanzaría nada más

desde ese entonces… y por siempre!

 

¿Sabes en que tiempo te escribo?

Confundido te cuestiono,

¡sin, siquiera tu saberlo

“sé que ya eres más que uno”

¡Pero habitas en lo mismo!...

 

En la claridad que el Sol traspasaba

verde tierno, entre las Benjaminas.

Verte llegar era un soñar a diario

e irte… ¡un bosque sin veredas!

 

¡Tal vez más que edad falto valor

en vez de dar amistad… ¡era amor!

“pudo haber sido un final mejor”

¡pero siguen pasando ya décadas…

y no estas!

 

¡No te encuentras en lo usual

ni en las personas que se ven…

del otro lado del cristal,

ni en mi amargo despertar!

 

¿Qué espacio habita tu materia?

¿Qué exacto lugar?

El mundo…

¡sí, es pequeño!

¡Pero pareces una célula;

y no multicelular!

 

¡Te volveré a ver en alguna realidad!

“en un abrir de sueños

y cerrar de sufrimiento”

¡para parar de agonizar!

y solventar mi complejo:

De que estas viva y caminas…

y no sientes cuando respiras

que hay alguien que asesinas…

 

En las noches del misterio,

que existieron a lo lejos.

¿Por qué te apoderaste de mis sueños

de la única fuente de libertad,

y estas de la distancia a tal extremo;

sin que mis voces puedas escuchar?

 

Si en vida no alcanzo a verte,

¡Quiero hacerlo en la eternidad!

 

¡Pero no te vallas…

a esos laberintos de castigo,

hazme en vida una señal

para buscar después del olvido,

                       en la obscuridad de mi muerte

                       dormido.

¡oh!

¡por pensar tanto, deliro

Y todo me es muy normal!…

 

La tristeza me embarga alegría

Y la melodía me hace escuchar:

de cantos en melancolía

y obsesiones a más buscar

de nostalgia en agonía…

 

De crecientes decadentes

y sonido angelical.

 

¡Quisiera inventar un portal

con tal de un minuto a ti llegar,

y decirte que existo:

                                     En lo oculto y en verdad

                                     en tu entorno sin escapar

como un planeta, en tu sistema solar!

 

¡Tu estas en mí

sin, siquiera estar conmigo!

y a la vez yo en ti…

 

¡Pero en tu olvido!