Caros me son tus labios, de tan deseados
De olvido desteñidos,
Lo cual no obsta para no anhelarlos
y robar de mis dedos las estrofas.
Pocas veces delante de mí los he tenido
Pero no por lejanos los tengo
Menos soñados, pues si a tu voz son añadidos
Por mis labios aún son mas queridos
No, no sabía que unos labios pudieran confundirme
Y me pudieran hacer olvidar el sol en la mañana
Ni olvidar el citado poema vesperal u
Olvidar aquellos labios de nostalgia en agonía.