Carta erótica de amor y tántrico.
Si los versos fueran cáliz de fuego, ¡Cómo me quemarían…Tus versos!
Esos versos que me descontrolan de bellos y de tanto amarte. Amarte como no pueden amar los humanos, ¿sabes que mi amor por ti, es sobre humano? ¿Qué es casi angelical? O tal vez sea amor dé diablos y es que te amo bestialmente.
Pero si…si soy humano pues existo. Si, si, existo, para amarte con el alma, para llenarte de mí. Para saciar tus ansias de amar, y tus deseos de caricias, de besos. Para producirte espasmos y temblores de placer de tanta fantasía.
Para que cada segundo de vida te enaltezcas de ser más mujer, que te sientas deseada, que mis caricias inunden todas tus planicies, sin que quede ni un milímetro de tus praderas, en que mi lengua no haya pasado. Que tu río se desborde en cada beso, en cada pasada de mi lengua, encada caricia de mis labios.
Que se ericen tus cabellos de sorpresas amorosas y eróticas que tu cuerpo se estremezca por los mas tántrico, placeres, que tu salvaje y dulce boca grite sin poderse contener de tanto y exquisito placer hasta llegar al clímax, y al éxtasis más alocado y sobretodo el más lento.
Quiero que te sientas de otra galaxia, que traspongas las nubes y las estrellas, que te sientas amada al otro lado de la luna, donde el sol no pueda verte para que aun te quemen más mis besos. Que al ser penetrada, con la suavidad de una pluma, vueles a lo más alto del universo, y sueñes entre ángeles, querubines, y las más sagradas flores. Qué las ninfas te canten las más bellas melodías, para que bailemos en nuestra desnudes la danza de lo siete orgasmos.
De Joaquín Méndez.
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01/07/2012 14:45:34.