Hugo Emilio Ocanto

Le temo a la muerte

Siempre, desde muy,

muy joven,

nunca le he temido

a la muerte.

Hoy, después de

vivir mi vida

llena de alegrías

y tristezas,

confieso que sí

le temo.

Oh, por qué estando

aquí me lleva a decir

las cosas, momentos,

 circunstancias,

angustias, desamor

y amor. Confidencias

guardadas, ficticias,

algunas reales.

Tengo penas

y angustias.

Muchas...

Trato de unir

sentimientos,

reconciliar,

aceptar,

ignorar...

para mi paz interior.

La que necesito.

La que deseo,

y no logro

tenerla.

Tengo miedos...

Tal vez serán los años.

Tal vez mis fracasos.

Mis fracasos de amor.

Mis fracasos de comprensión.

Mis fracasos en el arte.

En todos he pedido

ayuda. Y no se me ha

otorgado la mayoría

de las veces.

Pensar que me creo

bueno. ¿No lo soy?

Cómo puede ser

que esas alas

humanas, no puedan cubrir

corazones, personas,

deseos, amistad...

¿Tan difícil he de ser?

A veces siento

que la muerte

está cerca...

Y quisiera partir...

Partir muy lejos...

¿Hacia el infinito viaje?

No. Tengo miedo

de morir.

O tal vez mejor sería.

¿Qué es esto

mío hoy?

Exactamente,

no sabría responderlo.

¿Me estaré volviendo loco?

No lo sé.

¿Este soy yo?

¿ O es uno de mis

personajes?

¿Qué es esto

que me pasa?

Cantemos todos

al Señor.

¿A cuál?

Al que está

en los cielos.

Llévame contigo.

Pero no muerto.

Le temo a la

muerte,

pero también

le temo a la vida.

Estar en un

escenario,

y decir exactamente

todas las

palabras que expresé.

Nadie me llamaría

para hacer este

personaje

de demente.

¿Lo soy?

¿Soy un demente?

Amo la vida.

Amo a la gente.

Algunos se

lo merecen.

Otros...

¿Dónde están?

Cierro los ojos...

Y ahí están

mis hijos...

muertos...

Quisiera

acompañarlos.

Estar con ellos.

Pero no. Le tengo

miedo

a la muerte.

Quisiera reír

y cantar

a la vez.

Silencio... no

canten ni rían...

Silencio...

Paz hermanos.

Tengamos paz.

Que el silencio

nos ayude a

la oración.

La oración del

arrepentimiento.

Del perdón.

De la unión.

De la resignación.

Del amor.

De los enfermos.

De los desvalidos.

De los pobres.

De los sin trabajo.

De los corruptos.

Del hambre.

De la miseria.

De la hermandad.

De la fraternidad.

De la vida.

De la muerte...

La muerte...

la muerte...

Tengo miedo

de morir.

Oh, Señor,

llévame contigo...

Pero vivo...

(Telón baja lentamente)

Todos los derechos reservados del autor(Hugo Emilio Ocanto-03/07/2012)