Roberto del Castillo B.

DESAMOR.

   Una frase  subyugante

de placer e ironía;

fué decirme que me amabas...

sin saber, que lo sentías.

 

   Un motivo de arrebato

más que de propia razón;

propició que un crucigrama...

fuera tú senda de amor.

 

   Le mentiste a mis principios,

a mi alma y corazón;

y ahora sufres los desdénes...

que ha forjado tu rencor.

 

   No fué simple, no lo niegues,

fuíste falsa y lo sabías;

y esperaste tú que el tiempo...

algún día, me lo diría.

 

   Desperdicio de mi vida

y de la tuya, por supuesto;

nunca fué de afinidades...

por tu falso amor inmerso.

 

   Todo tiene su medida,

y el amor no es la excepción;

éste se gradúa en detalles...

que tu vida, ya perdió.

 

   El echar en saco roto

mil recuerdos al olvido;

éso fué satisfacer...

vidas truncas, sin alivio.

 

   Si pertrecho fué un recuerdo,

que el olvido ya opacó;

¿qué motivos más valdrían,

para encumbrarlo hoy?.

 

   Un recuerdo que lastima

y que atañe al corazón;

¿es acaso digno y puro,

de guardarle compasión?.

 

   Si se olvidan llanamente,

relaciones con hastío;

¿qué se puede ya esperar,

de un amor que fué vacío?.

 

   Recordar es cosa grata,

cuando emanan sentimientos;

pero si éstos, ya no existen...

el olvido llega cierto.

 

   Lástima es lo que yo siento,

y te brindo compasión;

pues de un corazón de acero...

nunca nace un gran amor.

 

   Se apaciguan ya las aguas,

de ése río tan turbulento;

el olvido es el remanso...

y el placer, que ahora siento.

 

   El volverme a enamorar,

sería cosa de locura;

pero qué puedo perder...

¡sólo un poco de cordura!.

 

                                         RCB.