Lo que me habla el mar
Observo desde el polvo la actitud de las estrellas
y en medio un brazo verde que acaricias con ternura,
eres el mar, me dices, eres Dios, eres ventura
y en la playa una gaviota que me escribe con centellas.
Oigo tu abstracción, y en la espuma en que la sellas
veo restos del amor, del dolor, de la aventura,
veo hallazgos del que fue rey y señor de tu figura,
bucanero que perdió su nave azul en tus botellas.
Y te vas, siempre te vas, más dejas tantas huellas,
en el hombre y su ciudad, en la sirena y su estatura
y en el vencido temporal de tus olvidos y querellas.
Eres el mar y sólo el mar, pero me augura
tu oleaje un titilar de pesca y redes, las más bellas,
tu cuerpo en tierra un palpitar que siembra en sal la luz futura.
27 06 12