Lucila ¡ oh, madre mía ! maravillosa mujer, me diste
Una vida plena de cariño y protección, me quisiste
Como sólo una madre puede querer...con ese amor
Indulgente y puro; siempre seré tu más fiel admirador.
Lloro tu ausencia ¡ ah, pero para mí vivirás eternamente !
Aún persiste tu risa alegre y eufónica en mi mente...
Adolfo César (NAZARENO)