4A. Y ULTIMA PARTE
Hola como estas, tanto tiempo ha pasado,
Son ya 5 años de dicha y felicidad que no había podido escribirte,
Fue difícil pero no imposible aprender la lección,
Más aun recuerdo esa tarde como si fuera ayer,
Cuando por fin pude tenerla entre mis brazos,
Y sentir su ternura por primera vez,
Tuve que aprender tantas cosas nuevas, que ahora yo misma me sorprendo,
Nuestra hija es lo más maravilloso de mí ser,
Es mi motivo mi razón de cada mañana y me ama tanto como yo,
Te puedo jurar que esto es el paraíso, y revive la felicidad que sentí al verla nacer,
Su sonrisa tan limpia y su mirada tierna, cambiaron mi mundo,
Hoy me siento realizada, aunque sé que me falta mucho por aprender,
Para no fallarle por haberme elegido,
Y hacer de ella una gran mujer…
Me han contado que has regresado, equivocaste tu camino,
Te refugiaste en el alcohol para olvidar, según tu mala suerte,
Cerraste los ojos al milagro de Dios,
Y te fuiste hacia la obscuridad destruyendo tu ser,
Esta mañana se que a mi casa has venido,
Que lloraste al hablar a tu hija y no te pudo reconocer,
Entro asustada creyendo que eras un bandido,
Y que algún daño le podías hacer,
Sé bien que te sientes arrepentido,
Más comprende que hoy tengo todo lo que soñé,
La felicidad plena en nuestra hija, y para ti no hay lugar en mi corazón,
He logrado olvidarte para siempre,
y sólo vivo para hacerla feliz, y para ella soy toda su adoración…
Perdona si te lastiman mis palabras,
Pero ya eres parte del pasado, ya nada puedo hacer por ti,
Tú decidiste tu destino, dejándome sola,
Creíste que era más fácil divertirte, que quedarte junto a mí,
Evadiste tu responsabilidad, te olvidaste que existía,
Si quieres mi perdón, te perdono pero ya no seré de ti,
He sido madre y padre para nuestra hija,
Y ella tampoco necesita de ti,
Sigue tu camino, y que Dios te bendiga,
Ahora te repito lo que un día me dijiste, ¡Déjame ser feliz!
Hoy es un día especial, que hace 5 años cambio,
Hoy no me invade la melancolía, me basta con el abrazo de nuestra hija,
No te molestes en mandarme flores ni regalos,
Que ya he olvidado esos detalles, de fantasía,
Hoy el amor de mi alma pequeña llena
mi corazón,
Y su bella sonrisa me causa la más grande alegría,
Bendito regalo que un 14 de febrero llego,
De las manos de Dios y de nuestra madre santísima,
Recibe estas cartas que te escribí cuando te encontrabas lejos,
Te comparto la felicidad que viví durante espere y recibí a nuestra hija,
Y así te doy las gracias por ayudarme a lograr mi sueño,
Aunque por tu inmadurez te perdiste de lo mejor de tu vida…