Soltó la rama a la hoja,
parte sin rumbo aquella
hacia donde el viento
tenga la mano puesta.
tras la noche solloza
quebrándose entera
sus ojos yertos desvela
por el frío invierno
que a todos despierta,
y las grietas de la rama
quedaron desiertas.
!oh, rama deshojada!
el roce del invierno
te dejó sin ensueño;
profanada y desolada,
llevándose el viento
tu último
verde, dócil consuelo.
La hoja murió,
en el suelo, derramada
bien lejos, donde
los días no andan,
bien lejos de su rama.