Nunca tan tuyos mis silencios,
ni tan compenetradas las palabras.
Nunca tan ausentes las caricias ni tan ardiente la piel en la mirada.
Me abrazan ésos tus ojos,
me descubres,
en la desnudez primera se inaugura el instante.
Va surgiendo el gemido al intacto suspiro de los labios amantes.
Se cobijan los cuerpos, muere el frío, nace el deseo que late
y la vida desde mi vientre se te ofrece palpitante.
Probamos la fruta madura,
compartimos
vos y yo aprendiéndonos el sabor.
Nunca como hoy y hoy como siempre
Somos pareja, somos amantes
Martes, 03 de Julio de 2012
09:22 p.m.