El día que te conocí se estremeció la flor de mi alma
En constante plenilunio quedo la luna
Y en la brisa un aroma de amor quedo fundido
El sol radiante danzaba desde el alba hasta caer la tarde
Las estrellas fulguraban tachonando el cielo que vi en tu mirada
Y tus labios como una barra de delicioso chocolate se me antojaban
Que idoneidad había en tu figura esbelta que me enamoraba
Dulce ambrosia se presentaba a mi vida
Amor de muchas dulzuras y pasiones a mi llegaba
Adonis perfecto desde en el enredado de tu cabello como todo tu cuerpo
Y tu sonrisa blanca destellaba delirio y pasión
Eras amor de hombre que seducía todos mis sentidos
Fuertes y varoniles eran tus rasgos y tu aspecto
Tus manos fornidas tanto yo deseaba estrechar entre las mías
¡Eras como bello espejismo, que contemple en mi delirio!