Adolfo Lisabesky

Cuerpos, lirios y resurrección

¿No están hechos tu cuerpo y el mío

para ser el mismo cuerpo?

Lo pregunto y el viento castiga mis dedos

por no dar respuestas a mis desatinos.

 

En mis manos tus pies y en mi boca

tu nombre. Todo encaja como un puzzle

perfecto que hace del mismo lunes

anticipo del domingo y tu cama mi roca.    

 

Tus ojos reflejan mi torpe estado,  

en ellos descubro paisajes comunes  

en donde tú y yo somos inmunes  

a la muerte, al fruto caído y derrotado.      

 

Y yo por unos instantes descubro  

lo mal amante que soy, que mis delirios,  

pacientes delirios, son testigos mudos  

como  la gota de rocío en un lirio.    

 

Y después sin esperar al tercer día  

vuelta a empezar. Muerte y resurrección,  

ciclos infinitos con la humana resurrección,  

la más humana resurrección, amiga.