Mi boca cerrada
De mi boca ni un lamento
de la tuya disparates
o simplemente dislates
en el preciso momento
en que todo se termina
tu amistad mal entendida
más tu control de mi vida,
y esa influencia tan dañina,
tus ansias de manejarme
anulando mis sentidos,
esos orgasmos fingidos
tan solo por dominarme.
Pretendiste encandilarme
disfrazándote de amor
te olvidaste del pudor
y que pudieras hartarme
que solo con entregarme
tu cuerpo que no vibraba
y al que yo no deseaba
conseguirías ganarme
y por más que la corriente
yo deje que me arrastrara
te parece cosa rara
que me sea indiferente
ese cuerpo que me ofreces,
que no quiera saber nada
y que mi boca cerrada
no diga que me pareces
continua por tu camino
y busca por otro lado
lo que aquí no has encontrado,
pero hazlo con mejor tino.
© Eduardo González Cuartango
04/07/2012