Esclavos del consumo, andamos todos juntos,
Olvidamos el futuro, consumamos el impulso,
Como péndulos incesantes, repetimos nuestra vida en solo instantes,
Levantarnos al trabajo que se hace cotidiano,
Arreglarnos para mantenernos encajados,
Produciendo en dinero lo que dejaras en cemento,
Esclavos de costumbres de fachadas sin incertidumbre,
Cada día se hace reflejo y de la vida un espejo,
Aprendemos en manadas que nos llevan acorraladas,
Sin poder despertar, sin poder liberar,
Entramos en el ciclo de raza universal,
Perdemos en el vicio de andar sin pensar,
Seguimos nuestros principios que conducen a los indicios,
De haber olvidado el camino, de haber desistido,
Nacemos, estudiamos, nos profesionalizamos,
Nos casamos, nos multiplicamos,
Trabajamos, prosperamos,
Morimos y heredamos,
Y al amanecer cumplimos lo que en días se hizo infinito,
Sin nunca olvidar que a los hijos hemos de inculcar,
Las mismas costumbres que nos dejan sin luces,
No aprender a despertar porque de loco te han de catalogar,
La manada no te ha de esperar, porque somos dioses sin par,
Conquistamos, devoramos y olvidamos,
Dominamos, imponemos y esclavizamos,
La evolución nos ha llevado a aumentar lo inhumano,
Acelerar el desgaste de lo calculado,
Tal vez al brillo de un nuevo día,
Te percates de lo sencilla de la vida,
Tal vez ya estés repitiendo cada día sin anhelos,
Tal vez ya lo estés viviendo y tal vez lo estés aborreciendo
La vida es tan corta y tan pronta
Que si nos dedicamos a vivir la esclavitud
De seguro reencarnaremos en multitud,
De volver a la vida a repetir la movida,
De días sin sol y lunas sin amor,
Solo caminando por las calles,
Sin que nadie te escuche sin que nadie te ame,
El despertar esta en tus manos de no caer en lo humano.