Blanca Alicia, tu nombre me suena a ensueño y a nieve
Límpida y blanda, que cubre y ornamenta la montaña agreste;
A flor nívea y lozana, que al viento ofrece su bizarría.
No obstante, amada mía, para mí tu nombre es poesía...
Cautivo de tu grácil figura, de tu sonrisa suave y seductora,
Ah! el exquisito aroma de tu cuerpo ¡Ah! tu tersa piel de rosa...
Así me sentí cuando te vi, fue un momento mágico y de frenesí.
Lúcida mujer mía, amor mío ¡no me condenes nunca a vivir sin ti!
Impetro tu perdón por todos mis defectos, eres imprescindible para mí.
Como el rapaz halcón que ama su libre y sublime vuelo
Intemperante al firmamento...\"sintiéndose el príncipe del cielo\".
Así te amo...con ese amor que no conoce fronteras: ¡Así te quiero!
Adolfo César (NAZARENO)