Una ilusión, una mentira
Una quimera, la fantasía.
Pensé que el viento me hablaba
Que los arboles me susurraban
Pero era solo tu voz, con su dulce y tierna melodía.
Mis ojos buscaron y mis ojos encontraron
Un par de perlas, cuerpos celestes a mi razón engañaron
Dos lunas majestuosas debajo de tu frente
Pero era verdad, eran tus ojos
Perfectos y divinos, como ellos solos.
El aroma de tu piel termino por embriagarme
Y Perdido todo yo en tu esencia
Mi corazón lanzaba la constante advertencia
No te enamores chaval…no te enamores chaval.
Loco por entender, el efecto que me habías producido
Busque y con el arte de la hermenéutica
Al fin halle una explicación autentica
No se puede explicar con palabras ni letras
Ni con canciones ni poemas
Las emociones en exceso
Que se transmiten en la dulzura de un beso.