...A SANDRA.
Y dices que no te quiero?
Que no pienso en ti,
que por tu amor no muero?
Sabes bien que desespero,
que me mata la ansiedad
por mirar tus ojos, besar tus labios,
tener tus sueños.
Debes saber que por amarte tiemblo.
Y a un así alegas, posteas, reclamas
y te hundes en el silencio.
En ese silencio, cómplice tuyo y mio,
mal consejero,
aprovechado y traicionero.
Que me niega tus risas, tus tristezas
y tus miedos.
Y te oculta mis reclamos,
mis angustias y mis ruegos.
Y te niega vida mía las caricias de mis dedos,
las rimas de mis versos,
…y las noches de mi cielo.
Ya no dudes,
no abandones en el mar este velero;
llévalo ya a playas tranquilas,
átalo a tus muelles, a tu pelo,
has que pase las tempestades
en ese tu tranquilo estero.
© Armando Cano.