Para quererte
basta tu voz
basta el silencio
y basta un murmullo,
Basta el borde de tus ojos
y basta un trozo de tu sonrisa,
basta el reflejo de la mañana
reinando en tu espalda,
También basta la amplitud
y la pequeñez,
basta el mundo
y un puñado de tierra,
Basta la alegría
y también la tristeza,
basta con verte
y que me hables.
O verte hablar,
O ver que sonríes
sin mirarme
y sin tocarme.
Pero esta mañana
me quede sin madrugada
me quede sin sol
y sin canciones.
Me quede sin tu voz
y sin tu recuerdo,
me quede sin un mundo
y sin tu espalda.
Me quede
en silencio y triste…
y entonces no se, si te quiero
cuando estas… o cuando no.