El cuero del bongó
ya no quiere mas golpes,
las manos negras se mueven
al son del candombe.
Los negros extasiados,
evocan los sones africanos
y aunque tiemblan las manos
seguiran cantando y danzando
para acercar a su hogar
los ancestros aún lejanos.
Y bajo un cielo nublado
o caluroso mirando
al sol de los negros padres
en ese suelo africano.
Y quedaran sumergidos
en la tierra de sus amos
que los compraron hace años
a mercaderes inhumanos