Contemplaba , escuchaba a los niños ,
sus risas , su correr , su serenidad ,
ninguno tenía rostro de preocupación ,
me decía , que no dejen de ser niños ,
o mas bien los adultos ,
debemos de ser como niños ,
jugando el verdadero evento de la vida ,
gozar la existencia ,
dejar en el pasado las confrontaciones
y aprender de los niños ,
que son nuestros maestros ,
ellos si saben gozar cada momento ,
a todos incluyen en sus juegos ,
no porque seleccionan ,
síno porque por naturaleza son incluyentes ,
y sin color , hacen del momento un gran encuentro ,
ellos si saben vivir .