Cuando amanece
Salgo de nuestra casa a mirar la montaña que hay frente a mi
A contemplarla diría yo
Majestuosa montaña que me enceguece
Y luego de un largo tiempo donde se mecen
Mis sueños y se adormecen
Mis pies que ya no obedecen
En un acto sublime despierto
Gracias a ese aroma
Que me trae tu café.
Te amo por eso
Y te amaré siempre
Incluso si me trajeras té.