Mujer sin años, sin tiempo, solo mujer, mujer que disfruto ver su femeneidad debordarse a cada instante de su ser, y permitirme recorrer cada centímetro de su piel, admirar su esbelta figura, vestida en su hermoso baby doll, pidiéndome admirarla pero dejando en el incognito su hermoso rostro para después despojarla de su breve ropa, despojarla de sus besos, abrazos, caricias, cada instante de sus ojos que me miran con placer; besar sus piernas sus ligeros y bien torneados musslos, sentir sus manos investigar mi cuerpo queriendo grabar los relieves, las cimas, mi miembro en la palma, en la yema de sus dedos. Mientras llenamos nuestras bocas con infinitos besos, mientras mis manos recorren ya sus labios mayores y menores, sabedores del camino; y guiados por el ritmo de su respiración, para después de recorrer infinitamente su espalda, caderas, senos, pezones detenerse en su admirable monte de venus, para iniciar el peregrinar de los dedos hacia dentro de su ser. Sentir su humedad, la temperatura de su cuerpo que se incrementa, el contoneo de caderas que invitan a entrar a mi miembro, para después enlazados en la cama penetrarla, hacerla olvidarse de si, …y después verla alcanzar el llanto del placer que tal vez el varón no puede comprender.