Piedras pómez que lijaron tu alma,
pasaron por cada callo, cada llaga,
dejaron pulida tu mente deshilachada .
Das vuelta la manga
y te la vuelves a poner,
al derecho como Dios manda.
Para salir del pozo
hay que asumir que estamos dentro.
Para volver a vivir
hay que decir...
¡Estuve muerto!
Cada cosa a su tiempo,
en agosto no sale el brote,
solo se ve yerma
y escarcha en la tierra.
Cuando sacas todo afuera,
es por que te libraste de las cadenas.
Y tu corazón se conecta,
otra vez con la esperanza.