Mi voluntad, seguirte amando.
Olvidarte, jamás.
Mi alimento, tus caricias.
Vivificadora energía
que nutre mi vida de querencias
hacia tí.
Adorarte capricho no fue
te entregué mente, cuerpo y alma
en profundo frenesí.
Amarte
no fue sueño ni antojo.
Mis sentiminetos fueron verdaderos
y para que negarlo
también fueron tormento,
y siguen siendo.
bambam
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