Senti la lluvia caer en el tejado y empezo a rodar los recuerdos guardados de mi infancia. Ella estaba ahi tejiendo en cada beso la flor de la esperanza y en sus dedos largos y delgados, el encuentro maternal de la añoranza. Ella estaba ahi como siempre, caminando despacio entre los vientos y las aguas cruzando oceanos y rios y martillando mi coprazon de besos, esos que hoy en la distancia necesito.