Soy un inexperto en esto del amor
Sólo soy un pobre soñador
Que intenta hallar en esta vida
Su otra mitad, que está perdida,
Dicen que cayendo, uno aprende a levantarse;
He caído tantas veces que ya no sé donde está el suelo
Todos los días busco mi cielo
Para abrir mis alas y emprender vuelo
Pero todos los días sigo cayendo
¿Quién dijo que las rosas no hieren?
Cuando te enamoras de una, sus espinas lastiman
Desgarran el alma a cada minuto
Y lo que duele más profundo
Es que por ser bella
La admira todo el mundo
Y no se fija en tú amor
Porque para ella no eres nadie
Porque sólo puedes ser un tonto admirador
Cuando el dolor es tanto
Ya ni la muerte quiere ser refugio
Día a día cae la tristeza en tú vida,
Golpeandote cual diluvio
La verdad se que nunca me dio alas para volar
Pero nunca me las corto a tiempo
Ahora soy un alma herida
Mi corazón tiene huellas de sus espinas
Y aunque pase el tiempo
Se que igual que hoy, mañana la querré todavía