Bernardo Arzate Benítez

El obrero.

Golpea la tierra
con su vieja pala;
de nuevo la entierra,
de nuevo la jala.

con frente sudurosa,
y con músculo tenso,
con mano callosa,
¡Bajo un sol intenso!.

Así es el obrero,
mientras solo piensa:
"necesito el dinero,
para la despensa.

La renta es muy cara,
y no hay quien espere,
la carne es muy rara,
¡Oh,que barata fuere!

Los zapatos negros,
que quiere mi hijita,
les diré a mis suegros
me presten ahorita

Y al fin de semana,
cuando se me me pague,
le diré a mi hermana,
que vaya y les pague".

Medita el obrero en su corazón,
las cosas que tienen sentido;
de pronto le grita el patrón:
"¡Estas despedido"!.

Como puñalada,
repite al oido,
"¡Ya no tienes nada,
estas despedido"!

Con mano callosa,
recoje su pala,
¡Su pecho solloza,
mientras tierra jala!

"¡Adios tierra hermosa,
hoy me han despedido,
te digo una cosa...
simpre te he querido!.

Adios tierra amada,
te digo contento,
palada,a palada,
me diste el sustento"!
      Fin!
Enero/08/2010

Autor:Bernardo Arzate