Se asoma una enredadera en cada uno de tus ojos, sube desde la sombra de mis pies hasta las nubes crepitantes de mis transparentes ideas, abriles y mayos en tu mirada mujer, como azules y verdes que abrazan la tierra, tierra que coloreas y entran por mis ojos como una primavera de 12 meses enardecidos. Se asoma una enredadera mujer por tu boca, es la única primavera que se puede oír, que tiene dientes, lengua y a veces es capaz de pronunciar mi nombre. Pero también es tu piel una enredadera mujer, que a la mía cubre como una sangre externa, como una invasión de un traje de aire que no deja espacios impunes y a cada segundo pronuncia tu nombre, dejándolo ahí… eternamente.
LRL
6-7-2012