En una soleada tarde de invierno
mezclado el aire de un vals anecdótico
se arremolinaban en tus pupilas
el reflejo de mis brazos al rodearte
doblando cada esquina diseñada
haciendo paso en cada curva de seda
mientras iba erigiendo de tu cuerpo
algo latente en mi interior por siglos
que solo había reservado para esto
de lo cual fuiste la destinataria selecta
por lo que siento gozo y este amor
que hará mantener siempre lo nuestro.
John Clark