Enciendo tu boca
bajo mi cielo trágico de
noche buena.
Tus labios, ¿Mis labios?
al ritmo de ti,
a un paso de mí;
ondean la bandera luminosa
del plenilunio,
y se entonces que viene la marea:
olores
olas
amores.
El día en giro pasa. Melancólico. Y yo
a sabiendas de tus goces, de esta tarde
diez minutos te regalo.
Haz de la acuarela, esta tarde, un cuadro.
Enciendo mi cuerpo,
bajo el cielo trágico de tu cuadro
y nuestros cuerpos,
sin ser silencio,
son dos gotas de agua;
ni uno ni otro pide tregua
y el caudal de tu amor,
del cuadro, se desborda.