¡Gentil tierra tucumana, generosa y fecunda,
haber nacido en tus adentros, me llena de ventura!
El manto celeste que gobierna en tus alturas,
tu soberano sol y tu argentada luna.
La pureza de tu aire que huele a libertad
y tu cálida gente que reparte bondad...
Tus montañas que se alzan majestuosas
y tus jardines engalanados de lozanas rosas.
Tu áspero monte, con sus mil ruidos
y tus verdes cerros de imposible olvido...
Tus guitarras que suenan al viento,
tus voces, que cantan hasta quedar sin aliento.
Tu santa casa histórica, templo de la gloria
donde un día, un 9 de julio se hizo historia...
Aquél día de júbilo cuando los congresales
argentinos, con unanimidad y vehemencia
juraron con un grito inmortal ¡La independencia!
Patria chica mía, grávida de tradiciones imborrables;
tu magnífico folclore, tus extensos cañaverales,
tus diversos aromas y tus ríos murmurantes...
¡Hacen que mi alma, brille como un sol radiante!
Adolfo César (NAZARENO)