Jugando con tu hija a tocar estrellas,
ondeando al viento pensamientos cómplices,
sin saber cual es más niña de las dos,
en el sentimiento de amor compartido,
fuego de estrellitas inquietas alegres
alumbran chispitas de ojos sonrientes.
Tejiendo sentimientos con dos hilos,
entrelazando dos almas para siempre,
sin que el tiempo ni el espacio
tengan poder para deshacer la tela
ordenada en dibujos amorosos y
nacida por voluntad del poder Divino.
Cálidas miradas entre madre e hija,
alimentadas con el fervor de la ternura,
limpias como nieve pura recién caída,
inmunes a la maldad que ensucia,
xilófonos sonando en el viento
te envían el eco de la voz de tu hija
orgullosa de tenerte como madre.
FÉLIX