Fue tan grande el golpe
que del cuerpo el alma se desprendió
llevando los sentimientos,
suspendiendo la emoción.
No siento dolor ni amor
ni frio ni calor...
Soy como un cielo sin color.
Deambulo vacío, suspenso, perdido,
deseando el encuentro
emotivo.
Busco en los cansados y viejos rostros, tristeza,
en los jóvenes enamorados, pasión,
en la mirada de un amigo, afecto,
en las bocas hambrientas, pesar.
Miro, sin ver, sin sentir...
Ah! mi Dios! si pudiera tener
al menos piedad,
aunque sea por mi.
Sin sentimientos,
no encuentra el poeta
la alegría de un nuevo verso;
ni el amante el misterio del amor;
el romántico,
no percibe la fragancia de la flor.
Vacía y sin causa,
la vida queda en pausa.