Ayer, después de ayer, llego esa pequeña calma
ese breve instante, después del chubasco
donde el granizo se apreciaba tenue
caía frente a mis pies,
me guarecí en la caceta de vigilancia
del estacionamiento donde paso las tardes,
mi amigo Jacinto el vigilante
me da asilo por unas horas.
Platicaba con mi novia, la mujer que ha dejado en mi vida
una huella, imborrable, nada leve
se puede ver en ocasiones cuando la nostalgia me contagia
de su bruma.
¡Qué enfermedad es la nostalgia!
Decaemos a veces cuando la soledad nos acoge
es el simple cansancio
mecánico a veces, sin más instrumento que la desolación
mis pies no responden y sigue lloviendo
-es mí oído pegado al teléfono
escucho esa voz que me desviste-
Esa voz que aún después de ayer
calló a las 17:50 casi al unísono en que el aguacero
apaciguo su ritmo
con ese dejo de su amor inmenso
¡con un te amo…! Se despidió. Asimismo ese ayer volvió
y, aquél desprendimiento de agua que soltaban las nubes
fue una tarde gris, en que el dolor me abrume.
Y como en su poema ‘aplazamiento’ de Fernando Pessoa
dice que a la letra copio: “Hoy sólo me divierte el circo del domingo…Después de mañana seré otro”
¿No sé si soy otro o el domingo es un circo de monos transeúntes?
Lo único que sé que cuando me llamas al celular o casa, sencillamente al escucharte
me desmorono.
…¿Perdón cuanto le debo del tiempo y las fotos?
Pregunté al dependiente del café internet.
¿Por cierto amor si nos vemos en estos días serías tan amable
de invitarme un café con una rebanada de tu amor
y una cucharada de tus besos?
Gracias amor nos vemos más tarde.
]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]]
Sergio Jacobo “elpoetairreverente”