Los días sin ti
son como la sed en medio del desierto,
como agua en una inundación,
como el calor en cercanías del sol,
como el frío en lo profundo de un glaciar.
Los días sin ti
son como el brillo de la luna
para aquellos que no pueden ver,
como un virus en medio de la tempestad
y como la triste compañía del silencio
para aquellos que no pueden escuchar.
Son como luchar solo contra mil soldados
representantes del olvido y la resignación.
Son como querer entender la vida
cuando ya estas moribundo
o como deleitar la amarga sabia de la derrota
al perder la oportunidad de ganarlo todo.
Los días sin ti
son como intentar ilusionarme con la verdad
ante la cruel y oscura mentira,
son como intentar abastecerme del sufrimiento
cuando me estoy muriendo del dolor,
o como intentar emigrar mis besos y caricias
al mundo del desaliento y la indiferencia.
Son eternas agonías que nunca acaban,
oscuridades que parecen no tener límites
ni siquiera una luz de esperanza.
Los días sin ti, son interminables
me acechan y me agobian ante mi frágil debilidad,
me lastiman y me matan con la misma intensidad.
Hasta aquel ansiado momento en que tanto espero,
ese momento en el que vuelves a estar conmigo
regresándome todo mí cariño, mi amor, mi felicidad,
regresándome todo lo que pierdo
en los días que no estas junto a mi.