Aquí, con tu recuerdo meciéndose en la brisa
envuelta en el tono de tu voz
buscando un susurro de caricia
que se lleve del alma el dolor.
Con la añoranza de un momento ido
pidiendo al cielo solo olvido…
en vano mi corazón te nombra
buscando tu voz en mi interior.
Entre el trino de aves risueñas
que estremecen el alma con su canto
por sentir la alegría tan ajena
por saberte tan lejos de su canto
Cuánto dolor y cuanto amor en un instante
Cuan efímera y fugaz la fantasía
Que paso sin dejar huella
Que duele sin dejar marca
Herida por tu silencio, jamás por tus palabras
que hoy añoro y evoco en mi memoria
que busca en el baúl de los recuerdos
brindar consuelo a la desesperanza.
Te has convertido en un dulce tormento
el que jamás vivirá en mis momentos.